Por fin es sábado 12 de
mayo.
Y por fin es el día que llevo esperando 1 mes.
Es el gran día de la carrera de mis amigos lo Forrestg Gump Team, en su
segunda edición de las 8 horas non stop.
Son las 7:30 la hora a la que he quedado para poner rumbo a Añover de
Tajo, con mi primo Raúl @ralcubo3, que en esta edición será el
masajista deportivo de la prueba. Salimos desde casa los dos cargados de ganas,
él de estar ahí dando
el servicio que todos los corredores merecemos y yo de poder recorrer todos los kilómetros que
mis piernas me
dejen y que la recogida de alimentos sea un éxito.
Llegamos al lugar de la carrera y empiezo a saludar a la gente y a
montar todo lo necesario para que la unión de 1KM=1KG y Creando Sonrisas, del gran Iván Penalba @ivanpenalbalopez se
vea y así todo
el mundo sepa donde dejar sus alimentos que al final del día donaremos a
los servicios sociales de Añover.
Ya son las 10 de la maña, la hora F, y si digo F porque es la hora en
la que empieza la carrera de los Forrest Gump.
Es una mañana de mucho sol aunque con algo de aire, empieza la carrera
no sin antes una foto grupal, al principio todos son risas y zancadas hacia el
campo de Añover y
es ahí donde
mi idea de la carrera empieza a cambiar, ya que yo pensaba que el recorrido
seria mas cómodo,
pero al ir avanzando por la primera vuelta de unos 6km300m me doy cuenta de la dureza del
recorrido con su desnivel de +D220 por vuelta, dureza que reside en cuestas
infernales ya sean subiéndolas caminando o bajándolas con todo el cuidado
del mundo para no irme al suelo.
Termino la primera vuelta hablando con otros corredores y
nos disponemos a dar la segunda vuelta sin apenas darnos cuenta de todo lo que
nos queda por delante, formamos un pequeño grupo para afrontar la vuelta 2 y 3
de una forma más llevadera y no estar solos durante el recorrido.
Ya en la cuarta vuelta
me quedo solo, pero esto no hace que me hunda, me hace coger conciencia de lo
lindo que es el paisaje y de lo duro que se puede hacer las 5 horas y pico que
me quedan.
A cada paso por el punto de control y el avituallamiento para para
refrescarme con una botella de agua, le doy un trago a las proteínas y
como algo que la organización nos
tiene preparado, una mandarina, un trozo de barrita energética y
eso sí, siempre cojo una botella más para llevármela para
afrontar la vuelta.
Afronto la vuelta 4, empieza como siempre con un camino amplio con un
par de sube y baja, para así adentrarnos en un cañón que nos
va a dar a una pequeña senda súper estrecha pero que se deja correr, por lo
menos hasta pasar de un salto un pequeñísimo arroyo y girar a derecha para
afrontar una subida pronunciada, subida que yo siempre hice andando, ya
que mi primera regla del ultra fondo es no gastar energía donde
no debo gastarla. La cuesta termina con un giro cerrado a izquierda para salir
a un camino ancho y plano que te lleva a la primera gran cuesta hacia abajo,
cuesta que afronto desde la primera vuelta hasta la última con los pies un
poco de lado para no perder el control de la baja y así ir
reteniendo el cuerpo.
Ya al terminar esta vuelta me doy cuenta que casi me he comido el
pequeño margen que tenía en mente para poder dar 10 vueltas, y es donde
tengo que tomar mi primera decisión de si para ahora o por el contrario seguir
en el circuito y dejar la comida de lado hasta más adelante. Son aproximadamente las
14:00 y decido que todavía tengo fuelle para dar la vuelta 5 y así valorar
desde la mitad de carrera lo que hago. Paso el tramo que os mencione antes y el
cual se sucede con otra pendiente hacia arriba esta vez mas controlada por el
margen del arrollo por
un paraje impresionante, eso sí termina en una cuesta de infarto y es donde me
doy cuenta de que mis fuerzas empiezan a flojear, el agua de la botella que había cogido en el
punto de control ya no era suficiente, pues notaba que mis niveles de glucosa y energía estaban
bajos, así que decido terminar esa vuelta y parar para comer un pequeño plato
de pasta. Uso esa pequeña trampa para decir desde mi cabeza a mi cuerpo que ya
no queda nada de vuelta y que en seguida estaré en el polideportivo rodeado
de amigos comiendo algo para rellenar el depósito de gasolina. Así es llego a
meta y al pasar me dispongo a ir al polideportivo caundo me
dice David de ComunaBike,
el organizador de la carrera, que voy en la tercera posición. Qué situación más buena
y mala
a la vez, porque mi cabeza y el ansia de correr y seguir en esa posición me
dice puedes seguir sin ese plato de pasta, pero al final mi raciocino gana
al ansia y voy a por la gasolina del cuerpo, eso sí solo tardo unos 10-15
minutos en comer en una habitación junto a otros corredores, casi
todos del equipo Forrest un
pequeño plato de pasta un par de tragos a una Coca-Cola y un par de
bombones de chocolate para subir bien los niveles de azúcar.
Vuelvo a la carga para afrontar la vuelta 6, está la doy sin mucha más
pena que gloria, ya que estaba nuevo tras la parada en boxes. Al
paso por meta pido por favor que me digan si es verdad que sigo en
puesto de pódium o por el contrario tras
la parada anterior ya
me había quedado
fuera, la verdad es que una parte de mi estaba ansiosa por que me dijeran que sí
y la otra le daba lo mismo, ya que yo hoy en esta carrera estaba por disfrutar
con amigos y para recaudar un montón de kilos de alimentos e ilusión. Bueno
aun así me
lo dicen y efectivamente sigo
el tercero así que con esa ilusión extra afronto la séptima vuelta.
Vuelta en la que me viene algún dolor de rodilla y sensaciones de que mis
pies son ampollas gigantes,
pero bueno sigo disfrutando del paisaje de sus
subidas y bajadas de locos que al final aprendes a disfrutarlas y
controlarlas.
Termino la vuelta y quedan poco más de 2 horas con lo que sabía perfectamente lo
que tenía que hacer, paro como siempre a beber algo de mi
batido, que por cierto ya que estoy aprovecho para darle las gracias a
@visen_garcia de JA-VI NUTRION en Almorox que
es la persona que me lleva la suplantación y me suministra todo
lo que yo tomo. y a coger una gominola para el camino junto con un
gel, y es así como
emprendo mi penúltima vuelta
del día. Ya
las vueltas se hacen más pesadas y costosas, se nota que el cansancio va
haciendo mella y el crono lo maraca a casi 1hora por vuelta.
Al llegar a la última de las cuestas más duras del recorrido solo pienso en
bueno vamos a por ella pues esta es la última vez que la subo en carrera, ya
que la ultima vuelta
me engaño a mí mismo diciendo que la doy como forma de despedirme educadamente del recorrido.
Así es
llego al punto del control y allí hay muchas caras conocidas que
me gritan y animan diciéndome todo tipo de cosas motivadoras, así que yo
solo puedo contestarles de
la única forma
que sabía, a parte de
con una sonrisa enorme que nunca deje
de tener, es con otra vuelta más al circuito, y así poder
despedirme de Añover de
tajo y sus rincones con 9 vueltas. Cojo un par de mandarinas para afrontar la
que será mi última vuelta, un par de botellas de agua, porque ya con una no
llegaba hasta el final de cada vuelta y así con una sonrisa de felicidad y con la sensación de
haber hecho bien el trabajo empiezo a dar la vuelta número 9. Me voy
encontrando a corredores por el camino, ya sea porque le adelanto yo o porque me
pasan ellos, a cada participante que me cruzo, sea de la
prueba que se, porque no solo corríamos de forma individual, sino que también se podía hacer en pareja o en
equipo de 4, hablo con ellos y nos damos voces de ánimo.
Ya sí que, si veo la línea de meta y llego a ella tras haber estado
en carrera 7 horas y 55 minutos, con lo que antes de cruzar la línea me grita David, esperaaaa,
si cruzas ahora tienes que dar otra vuelta si o si, y que queréis que os
diga, pero ese no era mi pensamiento, joder vengo de hacer las 24 horas de
pinto hace un mes, donde me metí 150km, y ahí podías parar
antes de la hora del final y no era necesario esa última vuelta si no la querías, pero bueno
aquí es así, así
que toca decidir. Pregunto, puedes actualizar los resultados y ver como sigo,
ya que me hace ilusión poder
quedar tercero ya que he estado casi desde la vuelta 4 o así en esa posición y es
entonces cuando me dicen que sí, que sigo tercero y que es esa la posición que
me quedare. A sí que decido quedarme esperando junto a otros corredores a
unos metros en de la línea de meta fundiéndome en abrazos con algunos de ellos y compartiendo experiencias
mientras pasas los 3 minutos que resta al crono para
hacer las 8 horas.
Ya terminada la prueba estamos esperando que lleguen todos los participantes a
la línea de meta y de ahí al polideportivo que es donde nos entregarían las
medallas de finisher y
los trofeos, no sin antes juntar todo lo recaudado en comida a todo lo que el
gran
@ivanpenalbalopez con
su Creando Sonrisa trae desde Valencia. Lo juntamos en su furgoneta y lo
bajamos al polideportivo y
cual es nuestra sorpresa,
que la gente no solo nos ayuda trayendo comida que si no también nos
ayudan todos a cargar y descargar la furgoneta y a colocarlo todo dentro del polideportivo.
Ya con todo montad y todos los
corredores y familiares dentro empieza la entrega de medallas a todos los participantes,
momento en el que aprovecho para
aparte de que se les entregue su medalla, darle yo una de mis
pulseras de 1KM=1KG a cada uno de los valientes que ha estado hoy conmigo
recorriendo Añover de
Tajo, bueno a ellos y a los más peques que había en la
grada. Después de
este momento ya si tocaba la entrega de trofeos, y esta vez esperaba no solo
para aplaudir a todos los que suben a por ellos y darle mi más sincera
enhorabuena, si no porque esta vez me tocaba subir a
mí. Ya que el haber terminado 9 vueltas con una distancia total
de unos 57km me hacían ser
el tercer clasificado de
la general.
Ya sí que, si termina el día a lo grande, con otra foto grupal de después, mirando
con la gente de los Servicios Sociales del pueblo todo lo recaudado y feliz por
ambas cosas.
Solamente decir gracias a todos los que habéis hecho
posible esta carrera, a todos los que habéis colaborado tanto con Iván y su
Creando Sonrisas o conmigo con 1KM=1KG,
ya que hoy eran los dos lo mismo, a Corporepol Academia
de Policia por
equiparme y Adidas que
sigo calzando sus zapatillas y portando sus complementos para
todo tipo de carrera.
Pero en especial gracias a mi familia que me apoya y me aguanta en toda
esta locura.
Alberto era un chaval poco atlético, más bien gordito que creció en la plaza de las Flores sin mucho interés por el deporte. Tampoco tenía claro qué quería ser de mayor. Pero el punto de inflexión llegó a su vida cuando tenía 18 años. Por aquel entonces estudiaba un modulo de telecomunicaciones y trabajaba por la noche en una panificadora. Sus primos se apuntaron al gimnasio. Alberto se apuntó por ir con ellos sin saber que aquello cambiaría su vida para siempre. En el legendario gimnasio Esculpture comenzó a hacer musculación y probó a salir a correr como parte del entrenamiento. Entonces, Alberto encontró en el deporte un momento de libertad así como un punto extra de confianza y bienestar. También conoció grandes amigos y se enganchó al running. Ya no había quien le parase en su entrenamiento físico. Y ya no había quien le hiciera pensar que su vida la tendría que pasar trabajando sentado delante de la pantalla de un ordenador.
Además, Alberto descubrió también su vocación de ayuda a los demás a través del compañerismo en el deporte, en las carreras y los entrenamientos con amigos. De ahí que por cada reto que consigue done por cada Kilómetro un kilo de comida a asociaciones benéficas del lugar donde compite. Mientras, y como parte de su carrera deportiva, ha abierto su Asesoría Deportiva 7,24 en su barrio de siempre, Las flores, para acompañar a otras personas en su camino hacia sus propias metas. Policías que preparan la parte física de la oposición con él, jóvenes que buscan el cuerpo deseado, mujeres que se recuperan de la maternidad, señoras más mayores que llegan con él a un estado físico envidiable o parejas muy fit que entrenan a la vez, son parte de su pupilaje deportivo. Y todos consiguen sus retos mientras Alberto les lleva, cada día, un pasito más allá de lo que ayer les parecía imposible.
